Algunas adaptaciones de la flor de pasque incluyen los pelos finos que aparecen en sus tallos, brotes, hojas y debajo de sus sépalos. Estos pelos aíslan la planta del frío, ya que es una de las primeras plantas en florecer en primavera.
Otra adaptación de la flor de pasque es la disposición de sus sépalos, que son las partes verdes con forma de hoja que encierran los pétalos. Esta disposición refleja la luz solar y aumenta la temperatura en la planta, lo que la hace atractiva para los insectos polinizadores. La planta también crece a poca altura, lo que la protege del frío de finales del invierno y principios de la primavera. La flor de pasque también tiene rizomas verticales, o tallos de raíz, que almacenan alimentos para la planta.