El nivel de pH de la mayoría de las aguas tratadas con ósmosis inversa varía de 6.5 a 8.0. El nivel de pH exacto depende de la edad y el estado del sistema de filtrado y de la composición del agua de la fuente. El agua con un pH inferior a 6.5 se considera ácida, mientras que la clasificación de agua superior a 8.0 es alcalina.
Cuando el agua tiene un nivel de pH ácido, tiene un sabor metálico y puede contener mayores cantidades de cobre o plomo, según el tipo de tuberías y accesorios utilizados en el sistema de tuberías. Agregar un filtro de mineralización al sistema de ósmosis inversa neutraliza el nivel de pH y elimina el sabor metálico. Las regulaciones de la Agencia de Protección Ambiental requieren que el agua potable mantenga un valor de pH de 6.5 a 8.5.