El juego de construcción, o juego constructivo, implica la manipulación de uno o varios elementos en el entorno de juego para construir algo nuevo. Incluye diferentes métodos de construcción como desensamblar, moldear, clasificar y apilar. . El juego constructivo ocurre cuando los niños construyen ciudades y torres utilizando bloques, dibujan murales con crayones o tizas en las paredes y juegan en la arena.
Los niños desarrollan la capacidad de explorar, investigar y modificar sus teorías de trabajo individuales sobre el mundo físico, social y natural. También desarrollan varios conceptos matemáticos y científicos como la gravedad, las formas, los patrones, el volumen, el peso y la longitud. El juego de la construcción les da a los niños una sensación de logro y les da poder al ofrecer varias oportunidades para recrear experiencias y expresar sus propias ideas sobre sus entornos. Cuando los niños se sienten cómodos manipulando materiales y objetos, adquieren habilidades para resolver problemas que les permiten manipular fácilmente nuevos conceptos e ideas.
Los padres deben apoyar el juego constructivo interactuando activamente con sus hijos, ayudándoles a grabar lo que hacen, respondiendo y haciendo preguntas y creando entornos de juego en la construcción que tengan materiales accesibles y seguros como juguetes de creación y materiales de arte. Mientras los niños participan en juegos de construcción, es recomendable que los padres ofrezcan un amplio apoyo al juego pero no lo dirijan.