Los elementos químicos que tienen mayor probabilidad de formar enlaces covalentes son aquellos que comparten electrones, como el carbono, a diferencia de aquellos que los toman de otro elemento para formar un enlace iónico. No metales con electronegatividades similares. Se ubican hacia el centro de la tabla periódica, de acuerdo con HowStuffWorks.
La forma más pura de un enlace covalente existe en los gases diatómicos. El hidrógeno, el oxígeno, el nitrógeno y los halógenos forman todos estos tipos de enlaces. Al compartir un electrón satisfacen la regla del octeto para ambos átomos. Debido a que los átomos tienen la misma electronegatividad, el electrón compartido tiene la misma atracción para ambos.
Los materiales orgánicos del enlace carbono-hidrógeno requieren un enlace covalente. Estos dos elementos forman largas cadenas que a veces se ramifican y tienen grupos funcionales unidos a la cadena. Romper el enlace covalente requiere energía. En contraste, muchos compuestos iónicos se disocian fácilmente cuando se disuelven en agua.
En los enlaces covalentes polares, los dos átomos siguen compartiendo el electrón, pero debido a las diferencias en la electronegatividad, un átomo tiene más fuerza para el electrón compartido que el otro. El empate no es lo suficientemente fuerte como para crear una situación iónica. Este es el tipo de unión que se observa en el agua. Como resultado, las moléculas de agua tienen un extremo positivo y un extremo negativo, lo que lo convierte en un disolvente polar y le da la capacidad de disolver compuestos iónicos.