¿Qué causó la guerra de 1812?

La guerra de 1812 fue causada por tres reclamos que los Estados Unidos sostuvieron hacia Gran Bretaña. Los dos primeros, la imposición de restricciones comerciales y el reclutamiento forzoso de marineros estadounidenses a la Royal Navy, fueron el resultado de intereses geopolíticos británicos más amplios, pero en última instancia, afectaron fuertemente a Estados Unidos. La causa final, el armamento británico de ciertos nativos americanos, se relacionó directamente con las ambiciones estadounidenses de expansión territorial.

Muchas de las raíces de la Guerra de 1812 se originan en la lucha británica contra Francia bajo Napoleón. Para 1812, los británicos habían estado en guerra con el emperador francés durante casi una década. Debido a que las ambiciones de Napoleón de invadir Inglaterra habían sido frustradas por el poder naval británico, recurrió a la guerra económica al sofocar el comercio europeo de Inglaterra a través de su Sistema Continental. En consecuencia, Gran Bretaña intentó debilitar el comercio francés, en parte imponiendo restricciones a los Estados Unidos.

Además, Gran Bretaña intentó reforzar su armada obligando a los hombres de servicio que tomaron de los buques mercantes estadounidenses, una acción que indignó al público y los líderes estadounidenses. Respecto a los nativos americanos, los Estados Unidos acusaron a Gran Bretaña de armar tribus que ya eran hostiles al asentamiento estadounidense a lo largo de la frontera occidental.

En los dos años anteriores a la Guerra de 1812, las circunstancias que rodean estas tres quejas se intensificaron. Por ejemplo, para 1810, después de que Napoleón insinuara que podría terminar sus propias dificultades comerciales con los Estados Unidos, el presidente James Madison terminó todos los negocios con Gran Bretaña. A lo largo de 1811, las condiciones a lo largo de la frontera también se deterioraron rápidamente, lo que finalmente resultó en una batalla sin cuartel bajo el futuro presidente William Henry Harrison en Tippecanoe esa caída. A principios de 1812, las voces en favor de la guerra en el Congreso, llamadas "War Hawks", ganaron la delantera, y el Congreso finalmente declaró la guerra contra Gran Bretaña el 1 de junio. La guerra terminó en 1815 con la victoria estadounidense.