El propósito de la doctrina Truman era establecer que Estados Unidos apoyaría a una nación democrática amenazada por una fuerza autoritaria interna o externa. Este apoyo podría incluir asistencia económica, política o militar.
Si bien la Unión Soviética no fue mencionada específicamente en el discurso que estableció la Doctrina Truman, la doctrina estaba destinada a servir de advertencia a la URSS. Después de la Segunda Guerra Mundial, Stalin les dijo a Roosevelt y Churchill que las elecciones libres tendrían lugar en los países de Europa oriental liberados de los nazis por los soviéticos durante la guerra.
Los líderes occidentales creían que esto significaba elecciones exactamente como las de Occidente. Stalin, sin embargo, quería gobiernos comunistas y soviéticos en los países cercanos. Él nunca tuvo la intención de tener elecciones justas, y muchos países fueron tomados por líderes leales a Moscú.
La Doctrina Truman estableció el tono de la política exterior de los Estados Unidos en los años posteriores a la guerra. Truman creía que Estados Unidos ya no podía permitir que los gobiernos amigables con los soviéticos reemplazaran a los gobiernos amigos de los Estados Unidos. Esto se debía a que la seguridad de los Estados Unidos ahora dependía de algo más que asegurar físicamente el territorio estadounidense. Debido a esto, la doctrina se usó para brindar apoyo a Grecia y Turquía para ayudar a derrotar a los comunistas y no a sus gobiernos.