La sangre gruesa es causada por una variedad de afecciones, como proteínas pesadas en la sangre, demasiada sangre en circulación o un desequilibrio del sistema de coágulos sanguíneos, según el Centro de Oncología Médica del Sureste. Enfermedades como el cáncer y el lupus también pueden llevar a la sangre espesa.
La sangre espesa se mueve más lentamente a través del sistema circulatorio, lo que ejerce una presión excesiva sobre el corazón y aumenta el riesgo de coágulos sanguíneos en el individuo, según Mary Ann Bauman, MD, portavoz de la American Heart Association. Una sangre más espesa también puede conducir a una oxigenación inadecuada del cerebro, las piernas o los órganos vitales. Además del cáncer y el lupus, otros factores, como los niveles altos de lípidos, la diabetes y ciertos medicamentos, también pueden aumentar el grosor de la sangre, de acuerdo con Everyday Health. Las personas que fuman o que ya tienen problemas de salud cardíaca, como colesterol alto o coágulos de sangre, también tienen más probabilidades de tener una sangre más espesa.
Las mismas estrategias utilizadas para la salud general del corazón también mejoran la viscosidad de la sangre, de acuerdo con Everyday Health. Esto incluye dejar de fumar, reducir la ingesta de grasas en la dieta, hacer ejercicio con regularidad, perder peso y controlar el colesterol y la presión arterial alta. Algunos pacientes pueden requerir el uso de ciertos medicamentos, como anticoagulantes, para controlar el grosor de su sangre.