Cuando la sangre es demasiado espesa, se coagula más fácilmente y existe la posibilidad de que se obstruya el flujo sanguíneo a través de las arterias y las venas, según el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre. Esto puede desencadenar un ataque al corazón o un derrame cerebral. La policitemia vera es una afección en la que el cuerpo produce demasiados glóbulos rojos, lo que provoca un engrosamiento de la sangre y aumenta la posibilidad de que se produzcan coágulos.
El NHLB explica que la policitemia vera evita que la sangre fluya tan rápido a través del cuerpo como lo hace normalmente, lo que significa que los órganos no reciben la cantidad de oxígeno necesaria. Se pueden desarrollar problemas que incluyen dolor intenso o malestar en el pecho o insuficiencia cardíaca.
WebMD señala que los coágulos de sangre son necesarios cuando se trata de detener el sangrado, pero los coágulos de sangre anormales causan ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y otros problemas médicos graves, como la trombosis venosa profunda.
El NHLB afirma que la policitemia vera puede no mostrar síntomas visibles durante años. Muchos médicos lo encuentran mientras realizan análisis de sangre de rutina. WebMD menciona algunos medicamentos, como la aspirina, brilinta, effient y clopidogrel, que hacen que los coágulos de sangre sean más o menos propensos a ocurrir. Las drogas orales warfarina, eliquis, pradaxa y Xarelto también hacen que los coágulos de sangre sean menos probables. La heparina proporciona una opción intravenosa o inyectable para prevenir la formación de coágulos de sangre.