La erosión costera es causada por una serie de factores, incluidos los procesos naturales como el viento, la lluvia y las olas, así como las actividades humanas, como la represa de los ríos. Además, cuando las islas de la barrera se destruyen, la costa se vuelve más susceptible a las fuerzas destructivas de las tormentas y huracanes. Las islas de barrera ayudan a absorber algunas de estas fuerzas destructivas y protegen la costa.
Las líneas costeras se producen mediante una combinación del lecho de roca subyacente y los sedimentos que las recubren. En lugares como playas, la arena es traída a la zona por los ríos locales. El agua en los ríos recoge sedimentos a medida que fluye río abajo y finalmente los deposita en el océano. Las olas y corrientes del océano recogen parte de este sedimento y cubren la costa con él. Sin embargo, las olas también extraen algunos sedimentos de las playas, por lo que el proceso continúa. Si los sedimentos no se agregan a una playa o línea costera tan rápido como se eliminan, la línea costera se reduce. Eventualmente, esas áreas desaparecen por completo.
El desarrollo humano también causa erosión costera, ya que estructuras como puentes y diques cambian las características del flujo cerca de la costa. Estas corrientes y olas reaccionan a las estructuras y con frecuencia golpean otras áreas, causando manchas localizadas de erosión costera.