La principal ventaja de tener un tracto digestivo intacto es que los órganos en este sistema trabajan juntos para asegurar una absorción completa de los nutrientes de los alimentos. WebMD describe el proceso de digestión como el proceso de convertir los alimentos en energía.
Según WebMD, la digestión comienza con la saliva secretora de la boca en respuesta al olor de los alimentos. Esta saliva, junto con la acción mecánica de masticar, comienza el proceso de descomponer los alimentos en una forma fácil de digerir que puede pasar del esófago al estómago.
En el estómago, los alimentos se bañan en secreciones ácidas y enzimas potentes que lo reducen a una pasta uniforme. Este alimento parcialmente digerido luego pasa al intestino delgado. Las secreciones del páncreas y el hígado continúan el trabajo de licuar los alimentos a medida que pasan hacia el tracto GI inferior, como lo describe WebMD.
Después de que se hayan extraído tantos nutrientes como sea posible en el intestino delgado, la materia no digerida restante se pasa al intestino grueso donde se elimina el exceso de agua antes de la eliminación. El final del viaje de la comida se encuentra en el recto, donde se abren esfínteres especiales para permitir que las heces, el producto de desecho final de la digestión, salgan fácilmente del cuerpo, según WebMD.