Los cuerpos necesitan proteínas para soportar una amplia gama de funciones fisiológicas. Algunos ejemplos incluyen la formación y reparación de células, tejidos, huesos, piel y músculos.
La proteína es necesaria para la creación de casi todos los tipos de células en el cuerpo, así como para el apoyo y la regulación de las funciones corporales. La proteína contiene nueve aminoácidos que el cuerpo no puede sintetizar y que no se encuentran en otros tipos de nutrición. Todos estos aminoácidos tienen funciones diferentes, pero se los denomina colectivamente aminoácidos esenciales: histidina, isoleucina, leucina, lisina, metionina, fenilalanina, treonina, triptófano y valina. Diferentes fuentes de proteínas tienen diferentes cantidades de estos aminoácidos esenciales, pero los nueve son necesarios en la dieta humana de manera regular. La proteína también puede contener una gama de otros aminoácidos no esenciales que son beneficiosos para el cuerpo pero que pueden sintetizarse a partir de otras fuentes si no se ingieren directamente como parte de una dieta regular.
En conjunto, los nueve aminoácidos esenciales son necesarios para el funcionamiento normal del sistema nervioso central, el sistema digestivo, los riñones y el sistema inmunológico. También son particularmente importantes en la síntesis de glucosa y proteínas musculares y para la regulación de la función cognitiva, el estado de ánimo y los niveles de nitrógeno corporal.