El peligro de tener una alta proporción de colesterol es que las arterias coronarias pueden endurecerse y estrecharse, lo que aumenta la posibilidad de un ataque cardíaco o un derrame cerebral, según WebMD. El colesterol de un paciente se mide con un análisis de sangre, y la proporción se determina dividiendo su colesterol total por su lipoproteína de alta densidad, o HDL. El colesterol total es la suma de la HDL del paciente, las lipoproteínas de baja densidad o LDL, y el 20 por ciento de sus triglicéridos, afirma la Asociación Americana del Corazón.
La AHA recomienda utilizar los niveles de colesterol total en lugar de los índices de colesterol para guiar la atención del paciente, explica WebMD. El colesterol alto daña el endotelio, o revestimiento interno de la arteria, lo que crea las condiciones que conducen a la aterosclerosis. A partir de 2015, la teoría predominante es que los ácidos grasos en las LDL dañan las paredes de los vasos sanguíneos a través de la oxidación, por lo que más LDL en la sangre causa más daño.
Sin embargo, un nivel alto de HDL se correlaciona con un riesgo reducido de aterosclerosis y ataques cardíacos. La HDL reduce la inflamación en las arterias que se han dañado, bloquea la oxidación de la LDL y se informa que elimina algunas LDL de las células de la pared arterial y las transporta al hígado, lo que la descompone.