Una bureta, o bureta, se utiliza para dispensar cantidades precisas y pequeñas de líquido. Las buretas tienen una llave de paso, o espiga, en el extremo que permite que las sustancias caigan en otras sustancias a velocidades lentas . Al igual que un grifo de agua para una manguera en una casa, al girar más la llave aumenta el flujo de líquido, y al girarla menos se reduce la cantidad de líquido que corre por el sistema.
Las buretas entregan cantidades precisas de reactivos necesarios para llevar una reacción a su punto final. Las reacciones a base de ácido en soluciones acuosas son un ejemplo de para qué se utiliza una bureta cuando se dispensan cantidades precisas de líquido. Si se administra demasiado o muy poca cantidad de una sustancia, la reacción puede no ocurrir correctamente.
La medición de líquidos se realiza mediante la lectura de marcas graduadas en la bureta antes y después de la dispensación. Normalmente se utiliza un embudo para llenar las buretas hasta la capacidad máxima para garantizar que los productos químicos no se derramen o desperdicien. Antes de dispensar líquidos, observe si la punta de la bureta tiene una burbuja de aire. Toque el lado de la punta para deshacerse de la burbuja de aire porque las burbujas pueden causar lecturas inexactas. El punto final de la cantidad de fluido dispensado por una bureta debe alcanzarse lentamente para evitar el llenado excesivo.