El etanol es una sustancia altamente polar. Esto se debe a que el grupo hidroxilo u OH, al final de la molécula de etanol, contiene un enlace polar.
Los enlaces polares crean moléculas polares. Los enlaces polares se producen cuando dos átomos unidos covalentemente de forma desigual comparten sus electrones. Esto, a su vez, da como resultado una distribución desigual de la carga eléctrica de la molécula, lo que significa que en un momento dado, partes de esa molécula llevan una carga débil positiva o débil negativa. Estas cargas débiles positivas y débiles negativas atraen sustancias polares entre sí, por lo que las sustancias polares pueden disolver otras sustancias polares. También excluyen sustancias no polares, como los aceites. Una prueba rudimentaria pero efectiva para la polaridad es ver si una sustancia se disuelve en agua, una sustancia química polar común. Dado que el etanol se disuelve comúnmente en agua en bebidas alcohólicas, se puede inferir fácilmente que es una sustancia polar.