Las esporas y las semillas son similares en que las plantas las producen para dispersar su progenie, lo que permite que crezcan nuevos organismos en diferentes lugares que sus organismos parentales. Son diferentes porque las esporas son muy pequeñas Las estructuras con cáscara, mientras que las semillas son relativamente grandes y están protegidas con una cubierta de semillas.
Debido a su pequeño tamaño y peso ligero, las esporas, como las producidas por helechos y colas de caballo, pueden ser transportadas por el viento a largas distancias. Esto permite que estos tipos de plantas se dispersen de manera eficiente, pero algunas esporas pueden terminar fácilmente en áreas que no son apropiadas para la supervivencia. Las esporas solo tienen una copia de cada uno de los cromosomas de la planta, y crecen en una pequeña etapa de la planta conocida como gametofito. Estos liberan y reciben gametos. Una vez fertilizados, los huevos crecen en su lugar en el esporofito más grande, que tiene dos copias de cada cromosoma. Luego liberan las esporas.
Las semillas son mucho más grandes y pesadas que las esporas debido a sus capas de semillas. Estos no solo protegen a los embriones de plantas, sino que también les proporcionan su primera fuente de nutrición. El embrión en una semilla tiene dos copias de cada cromosoma y se convierte en un gran esporofito. Sin embargo, las esporas de las plantas semilleras se retienen en la planta y crecen en estructuras reproductivas, como las flores, que luego forman semillas una vez que se fertilizan.