El alcohol isopropílico, también conocido como alcohol de frotar, expira no antes de dos años después de abrirse cuando se almacena correctamente. El almacenamiento adecuado incluye un recipiente seguro y seco en un área fresca y bien ventilada.
El alcohol para frotar es altamente inflamable y debe mantenerse alejado del calor y las llamas. Durante el uso, se deben tomar precauciones para evitar derrames, que son un peligro de incendio. Si se derrama alcohol, debe ser limpiado con material absorbente y asegurado en un contenedor cerrado para su eliminación. Luego se debe lavar bien el área con agua y jabón para evitar daños. Los derrames pequeños se pueden limpiar con una toalla de papel, que luego se coloca en un área segura para permitir que el alcohol se evapore antes de desechar. Solo debe utilizarse en un área con excelente ventilación, para evitar la inhalación de humos.