Una niña que come y duerme a menudo puede sufrir de ansiedad, depresión o ambas cosas, según WebMD. Estas enfermedades mentales pueden tener efectos angustiantes en la rutina diaria de una niña, por lo que es fundamental. para tratarlos de manera oportuna.
Con varios factores de estrés que prevalecen en la sociedad moderna, es bastante común que las niñas experimenten un cierto grado de ansiedad, depresión o ambas afecciones. Estas enfermedades mentales pueden causar una reacción en cadena de síntomas no deseados. La depresión puede llevar a un exceso de preocupación y una sensación de muerte inminente, explica WebMD. En este estado mental, una niña puede tender a aislarse y encontrar seguridad en hábitos poco saludables como comer en exceso y dormir en exceso.
Como se mencionó anteriormente, una reacción en cadena de los síntomas está asociada con la ansiedad y la depresión. Si una niña decide comer más de lo normal, puede desarrollar una rutina más lenta. Cuando una persona sufre de ansiedad o depresión, los cambios hormonales se producen en todo el cuerpo, según el Centro Nacional de Información sobre Trastornos de la Alimentación. Estos cambios pueden llevar a un aumento del apetito y a un deseo general de descansar más a menudo. Por lo tanto, es importante reconocer estos cambios habituales y abordarlos en consecuencia.