Los océanos son una de las mayores fuentes de yodo del mundo. El yodo también se puede encontrar en otras aguas saladas, como las salmueras que se encuentran cerca de depósitos de petróleo. China, Japón, Rusia y Chile son algunos de los principales productores mundiales de yodo.
El descubrimiento inicial de yodo se produjo como resultado de un examen de algas marinas, y debido a que los océanos abundan en el mineral, los mariscos y las algas marinas son dos de las mejores fuentes dietéticas de este nutriente para consumo humano. Las algas solas pueden ser hasta un 45 por ciento de yodo. La sal de mesa a menudo está fortificada con yodo, por lo que es una opción alternativa para aquellos que desean agregar este importante nutriente a su dieta.