El tapetum lucidum ayuda a los animales nocturnos a ver en la oscuridad; existe como una capa delgada de tejido detrás de las retinas de los animales nocturnos, que refleja la luz y produce brillo. Los ojos de muchos animales contienen fotorreceptores, que funcionan como orgánulos receptores de luz. Estos componentes trabajan en conjunto con el cerebro e iluminan las imágenes, ayudando a los animales a ver durante el día.
El tapetum lucidum tiene el efecto opuesto de los fotorreceptores. Estos orgánulos igualmente importantes reducen el brillo y proporcionan visión nocturna en animales nocturnos. Por lo general, la luz incide en los fotorreceptores de fuentes directas, pero la tapeta devuelve la luz hacia la fuente, evitando en última instancia la absorción. Esta estructura aparece en algunos primates, mapaches, zarigüeyas, perros, gatos, zorros, caballos e incluso algunos peces. El tapetum lucidum aparece en las fotografías como una luz brillante dentro de los ojos de los animales. Al igual que los animales en los que residen, los organelos de tapetum lucidum vienen en varias formas, tamaños y colores. Aparecen como estructuras blancas en algunos ojos, y como objetos amarillos o azules en otros. El color de la tapeta depende en gran medida de la composición química y física de los ojos, incluida la cantidad de pigmento en ellos y la presencia de ciertas sustancias como el zinc y la riboflavina. Los científicos clasifican la tapeta lucida en cuatro grupos distintos; Los orgánulos en estos grupos varían en tamaño, forma y composición.