El mineral de zinc se tritura para separar el zinc de otros elementos, luego se tuesta o se sinteriza para producir óxido de zinc antes de utilizar un proceso electrolítico para obtener el zinc. El mineral de zinc contiene solo de 5 a 15 por ciento de zinc.
Después de tostar el mineral, se agrega ácido sulfúrico. El zinc se disuelve en el ácido, y cualquier otro elemento presente se separa fácilmente de la solución. La solución se bombea a una celda electrolítica. A continuación, se aplica una corriente eléctrica y los iones de zinc cargados positivamente migran hacia el electrodo negativo.
La mayoría del zinc se obtiene mediante este proceso electrolítico. Se obtiene un porcentaje menor utilizando un proceso pirometalúrgico, que utiliza calor intenso en hornos especialmente diseñados para fundir zinc y plomo en metal. Este proceso es tan intensivo en energía, y por lo tanto costoso, que ha sido reemplazado en gran parte por el proceso electrolítico, excepto en China, India, Japón y Polonia.
