¿De dónde viene la energía eléctrica?

La mayoría de la energía eléctrica se crea mediante generadores electromecánicos. Estos dispositivos convierten la energía de rotación en energía eléctrica al inducir un campo magnético sobre cables de cobre. La energía para hacer girar los generadores puede provenir del viento o el agua, o las turbinas pueden ser impulsadas por el calor del vapor de los combustibles nucleares o fósiles.

Un generador generalmente consiste en un estator, que es un núcleo de hierro envuelto en cables eléctricos, y un rotor, o un componente giratorio que produce un campo magnético. El rotor puede utilizar imanes permanentes, o puede usar una pequeña carga de corriente continua para crear un campo electromagnético. Cuando el rotor gira rápidamente, hace que los electrones se muevan en los cables enrollados alrededor del estator, creando una corriente eléctrica. La intensidad de la corriente depende de la rapidez con que gire el rotor.

Otro tipo de energía eléctrica que no utiliza la generación electromecánica es la energía solar fotovoltaica. Los paneles fotovoltaicos consisten en una capa de silicio especialmente tratado que pierde electrones cuando es golpeada por la luz solar. Este movimiento de electrones establece su propia corriente eléctrica, creando electricidad sin partes móviles. La generación solar industrial, por otro lado, utiliza el calor del sol para hervir el agua, creando energía con un generador de turbina de vapor como otros métodos de generación de energía.