La fricción no es deseada en cualquier situación en la que sea necesario el movimiento libre y continuo de piezas mecánicas. Algunos ejemplos incluyen las partes móviles dentro de un motor, bisagras de puertas y toboganes de agua.
Las fuerzas de fricción se oponen a los objetos en movimiento. Cuando la fricción se opone a las partes móviles de un motor, el motor se ve obligado a gastar más energía para vencer la fuerza de fricción. La fricción también transfiere la energía existente al calor. Este calor puede dañar la maquinaria de trabajo y causar daños. Muchos dispositivos mecánicos se utilizan con lubricación o grasa en las partes móviles para reducir la fricción.
La fricción también puede ser causada por el aire o el agua que fluye más allá de un objeto en movimiento. Esta fricción se reduce a través del desarrollo de dispositivos de transporte aerodinámicos.