Los síntomas de la falla del stent incluyen disminución del flujo sanguíneo y una arteria estrechada, que imita los síntomas iniciales de la arteria obstruida, como sudoración, debilidad, náuseas, mareos, dolor de pecho, palpitaciones del corazón y falta de aire, según WebMD. La colocación de stents en un paciente conlleva un riesgo de complicaciones, como una infección, una reacción alérgica, un daño renal debido al colorante del procedimiento, arritmias, daño en los vasos sanguíneos debido al catéter y sangrado en el sitio del catéter, según National Heart, Lung and Instituto de Sangre.
Cuando se produce una falla del stent, significa que el stent ha estrechado la arteria una vez más y se llama reestenosis. En este caso, los médicos tratarán de determinar si el stent no se expandió correctamente o si no se colocó en la ubicación correcta, según la Clínica Cleveland. Luego, los médicos ingresarán quirúrgicamente y re-expandirán el stent o lo repondrán. Sin embargo, si la falla del stent no se debe a una falta de expansión o una colocación incorrecta, el médico deberá probar tratamientos como los stents liberadores de fármacos, la braquiterapia, los globos recubiertos de medicamentos, los medicamentos complementarios o la cirugía de bypass. p>
Los cambios en el estilo de vida también pueden ayudar a que el procedimiento y los tratamientos del stent sean más exitosos. Adoptar una dieta saludable para el corazón, participar en la rehabilitación cardíaca, dejar de fumar, hacer ejercicio con regularidad, mantener un peso saludable y controlar la diabetes pueden hacer una diferencia en el tratamiento.