El teléfono de Alexander Graham Bell fue el primero de su tipo en recibir una patente en los Estados Unidos y obtener un éxito comercial generalizado. A Bell le interesaba el sonido a nivel conceptual y usó una observación sobre el eco del sonido de un piano a otro para desarrollar la tecnología que hacía posible las llamadas telefónicas.
Reconocido ampliamente como el inventor del teléfono, Alexander Graham Bell era hijo de una madre sorda y, según el Telegraph, su padre inventó el primer alfabeto fonético internacional. El interés conceptual de Bell en las ondas sonoras lo llevó a la brillante realización de que la voz humana podía transmitirse a través del espacio. Junto con su asistente Thomas Watson, Bell hizo la primera llamada telefónica exitosa en 1876, diciendo: "Sr. Watson, venga aquí, lo quiero". Bell tenía 29 años y Watson solo tenía 22 años.
Según AT & T, la historia en la que Bell solo logró obtener su patente antes de que un competidor no sea del todo cierto. La patente de Bell para el teléfono era para una máquina que funcionaba, mientras que la otra patente en cuestión, presentada por Elisha Gray, era para un concepto que aún no había llegado a buen término. Sin embargo, la patente de Bell no fue la primera de su tipo para este tipo de máquina; un hombre llamado Antonio Meucci había patentado un dispositivo llamado teletrofono en 1871, pero no podía renovarlo.