El ácido clorhídrico es un ácido fuerte que consta de un átomo de hidrógeno y un átomo de cloro por molécula. El ácido clorhídrico es claro e incoloro, pero tiene un olor fuerte y un sabor amargo. El ácido clorhídrico se disuelve fácilmente en agua en todas las concentraciones y tiene un punto de ebullición de aproximadamente 110 ° C. Los ácidos gástricos del estómago humano contienen ácido clorhídrico.
El ácido clorhídrico es más pesado que el aire y reacciona con una variedad de metales, produciendo cloruros metálicos y gas hidrógeno. El ácido clorhídrico neutraliza el amoníaco y reacciona con compuestos básicos, creando agua y sales. Tiene muchos usos comerciales e industriales que incluyen la producción de fertilizantes, tintes y cloruros. El ácido clorhídrico también se utiliza en la galvanoplastia, así como en las industrias fotográfica, del caucho y textil.
Este compuesto es muy corrosivo. El contacto con la piel, los ojos o las membranas mucosas puede provocar irritación e inflado del tracto respiratorio y edema pulmonar. La ingestión de ácido clorhídrico puede dañar las membranas mucosas, el esófago y el estómago. El contacto dérmico puede producir quemaduras graves, ulceración y cicatrización. La exposición crónica al ácido clorhídrico puede causar gastritis, bronquitis crónica y fotosensibilización. La exposición a bajas concentraciones de ácido clorhídrico también puede resultar en erosión dental y decoloración.