El jugo de repollo rojo es un buen indicador del pH porque contiene flavina, una molécula de pigmento que cambia los colores según la concentración de iones de hidrógeno en una solución. El jugo se prepara empapando el repollo rojo picado. En agua hirviendo durante al menos 10 minutos y luego filtre la solución para eliminar cualquier material vegetal.
El jugo de repollo rojo preparado es rojo, púrpura o azul, dependiendo del pH del agua utilizada en su preparación. La adición de jugo de limón, un ácido, disminuye el pH y hace que el jugo se vuelva rojo. La adición de amoníaco, una base, aumenta el pH y hace que el jugo se vuelva azul. La adición de bases más fuertes aumenta el pH y la solución se vuelve verde o amarilla, dependiendo de la resistencia de la base.
Los científicos usan el pH para medir la acidez de un material. Un pH bajo indica una concentración alta de iones de hidrógeno y un pH alto indica una concentración baja. A un pH de 7, la concentración de hidrógeno e iones hidroxilo es igual, lo que resulta en una solución neutra. Los estudiantes pueden sumergir el papel de filtro en la solución de jugo, dejar que se seque y luego cortarlo en tiras para crear un indicador de pH portátil que les permita probar el pH fuera del laboratorio.