Los peces viven en el agua y respiran absorbiendo oxígeno a través de sus branquias. Los peces son animales de sangre fría, por lo que su temperatura corporal interna está influenciada por el ambiente. Muchos peces tienen escamas y usan sus aletas para nadar. Los peces tienen una columna vertebral pero no tienen orejas ni párpados externos. Los peces también tienen vejigas de aire, que los mantienen a flote.
Las branquias de un pez son órganos especiales que contienen miles de pequeños vasos sanguíneos llamados capilares. Las branquias filtran constantemente el oxígeno del agua y en el torrente sanguíneo de los peces. Las branquias también son útiles para excretar los desechos del torrente sanguíneo de los peces. Algunos peces, como los tiburones, tienen múltiples aberturas branquiales.
Los peces tienen escamas afiladas o suaves que protegen a los peces de lesiones. Los peces crean una cubierta mucosa sobre las escamas, que ayuda a proteger contra las infecciones al atrapar bacterias y evitar que entren al cuerpo del pez. Esta mucosidad también reduce la fricción, lo que ayuda a los peces a nadar fácilmente a través del agua.
Según la Unión Internacional para la Conservación para la Naturaleza, unas 800 especies de peces viven en los Estados Unidos y hay 30,000 especies en todo el mundo. Los científicos creen que miles de especies de peces no han sido identificadas. Los peces son una especie más diversa que cualquier otro grupo de vértebras.