La primera acción de Franklin D. Roosevelt como presidente fue promulgar la Ley de Ayuda Bancaria de Emergencia, iniciando su New Deal en una sesión especial del Congreso. Esta ley le dio a la Reserva Federal la capacidad de emitir como tanto efectivo como sea necesario para ciertos bancos en problemas.
El efecto de la Ley de Alivio Bancario de Emergencia fue la estabilización de los bancos estadounidenses, devolviendo la confianza a los titulares de cuentas de que su dinero estaría a salvo cuando se depositara. Fue una garantía de facto del seguro federal del 100 por ciento para los bancos que fueron inspeccionados a nivel federal y se consideraron solventes.
Este acto no pretendía ser una solución permanente. Más tarde, Roosevelt firmó la Ley Glass-Steagal, que inició la FDIC para proteger a los titulares de cuentas bancarias en todo el país. Estos actos, sin embargo, sacaron a los Estados Unidos del patrón oro, una acción que aumentó el riesgo de inflación.