Las principales responsabilidades de los reyes sumerios durante la antigua civilización mesopotámica incluyen rituales religiosos, asuntos internos del estado, asuntos militares, creación de leyes, liderazgo administrativo y ejecución de justicia. La sociedad mesopotámica consideraba al rey como el representante de los dioses en la Tierra con un derecho divinamente otorgado para gobernar.
Aunque se considera un agente humano de los dioses, a un gobernante sumerio no se le concedió el estatus de divino. Sus súbditos creían que los dioses lo habían elegido personalmente para representar su voluntad.
Otro importante deber que tenían los gobernantes sumerios era el de líder militar. Los antiguos mesopotámicos consideraban la conquista de otras tierras como una misión que les otorgaban los dioses. La principal responsabilidad del gobernante era proporcionar más personas y recursos en el dominio para impulsar la economía. La guerra fue un método de ganancia económica ya que proporcionó al reino más tierra y mano de obra esclava para la construcción.
El gobernante también creó códigos de ley entre los mesopotámicos y nombró jueces para hacer cumplir las leyes. Las leyes creadas bajo el mandato del rey sumerio cubrían varios aspectos de la vida, incluyendo la propiedad de la tierra, la negligencia profesional y el divorcio. El rey también hizo cumplir la decisión de los jueces, asegurando que las partes culpables reciban un castigo justo bajo la ley.