Noruega no tiene presidente. En cambio, Noruega tiene un rey que actúa como jefe de estado y un primer ministro que actúa como jefe de gobierno. A partir de 2014, Harald V es el rey, y Erna Solberg es la primera ministra.
La constitución de 1814 de Noruega fue influenciada por los ideales de las revoluciones francesa y estadounidense. Proporciona un sistema en el que el monarca es el jefe de estado, en gran parte una posición ceremonial, mientras que el primer ministro es el jefe de gobierno, una posición que controla la mayor parte del poder político real en el país. Oficialmente, el rey conserva la autoridad ejecutiva suprema en el país, pero en la práctica, ese poder es ejercido por el gobierno encabezado por el primer ministro.