La Revolución bolchevique creó varios cambios y reformas en Rusia, pero principalmente condujo a un cambio en el gobierno de una estructura de gobierno autoritario a uno de un sistema socialista. La Revolución bolchevique tuvo lugar en 1917 Y condujo a la instalación del cambio político y social. Rusia, cuya historia política anterior a la Revolución era una de gobierno autocrático y de partido único, hizo la transición a una forma de gobierno socialista después de la revolución.
Aunque la Revolución bolchevique logró cierto grado de cambio político y social en Rusia, no eliminó por completo la presión de otros líderes y partidos que buscaban obtener ganancias políticas. La revolución, que culminó en octubre de 1917, fue considerada una victoria para la gente común de Rusia, pero no todos los rusos se unieron a la celebración. Algunos se mantuvieron leales a los líderes tradicionales y más conservadores, como Vladimir Lenin.
Con la amenaza siempre presente de una toma de posesión de los miembros del partido conservador, los funcionarios del partido bolchevique enfrentaron la difícil tarea de obtener y retener el apoyo. Se firmaron varios tratados y acuerdos entre los líderes bolcheviques y otras prominentes figuras políticas rusas en un esfuerzo por mantener la paz y prevenir la guerra. Los bolcheviques encontraron apoyo principalmente entre los rusos urbanos y los habitantes de las ciudades, mientras que los de las zonas rurales favorecían a los políticos conservadores.