La mitosis y la división citoplásmica permiten que una célula se divida en dos nuevas células idénticas que sean copias del original. Este proceso es importante para los organismos para el crecimiento y la reparación de heridas.
Todos los organismos dependen de la mitosis para el crecimiento y el reemplazo celular. La mitosis y la división citoplásmica, o citocinesis, proporcionan a los organismos la capacidad de desarrollarse y crecer, así como la sustitución de células viejas y la creación de nuevas células para reparar daños. Algunos organismos usan la mitosis para regenerar partes del cuerpo perdidas o dañadas. Por ejemplo, después de que un lagarto pierde su cola en defensa propia, la mitosis le permite regenerar una nueva cola. La mitosis también permite la reproducción en organismos que se reproducen asexualmente.
La mitosis implica cuatro etapas y termina con citocinesis. Durante la primera etapa, la profase, el ADN se condensa en distintos cromosomas, la membrana nuclear se disuelve y se forman fibras especiales en los polos celulares. Los cromosomas se alinean a lo largo del centro de la célula durante la segunda fase, la metafase. En la anafase, las fibras del huso tiran de los cromosomas a los polos opuestos. Durante la etapa final, la telofase, los cromosomas decondensan y las nuevas envolturas nucleares se forman alrededor de ellos. La citocinesis luego divide el cuerpo de la célula, creando dos células hijas idénticas. Cuando la mitosis no está ocurriendo, la célula está en interfase. La interfase es un tiempo de replicación dentro de la célula; El ADN y los orgánulos se replican para proporcionar material adecuado para la próxima ronda de mitosis.