Un sismograma es un registro visual creado por un sismógrafo. Un sismógrafo es una pieza de equipo que registra los movimientos del terremoto. Estos dos elementos van de la mano y son esenciales para el estudio de los terremotos.
Sin un sismógrafo, no habría sismograma. Un sismógrafo detecta el movimiento en la corteza terrestre, traduciendo ese movimiento a través de su funcionamiento interno para mover un dispositivo de grabación, a menudo una aguja, que hace marcas en lo que se hace el sismograma. La base de un sismógrafo mecánico se mueve debajo de la aguja colgante y sobre la base descansa el papel. Sobre el papel descansa la aguja, que no debe moverse cuando lo hace el suelo debajo de ella. Las líneas resultantes son un sismograma que puede leerse para comprender información sobre el terremoto o movimiento, como su intensidad. Los sismógrafos electrónicos producen sismogramas impresos. Un sismógrafo también se puede llamar sismómetro.
Los sismógrafos y sismogramas también se usan para detectar explosiones, como cuando se dispara una bomba grande, o actividad volcánica. Estos elementos se utilizan para detectar no solo cuán fuertes son las vibraciones, sino también para triangular desde dónde se originan las vibraciones. En otras palabras, tres sismógrafos en tres ubicaciones diferentes crean sismogramas que, cuando se leen correctamente, pueden indicar a los investigadores dónde ocurrió exactamente la explosión o el terremoto.