Una de las principales diferencias entre los ojos humanos y los ojos de las ovejas es la capacidad para concentrarse. Las ovejas carecen de fóvea en la retina y no pueden enfocarlas tan claramente como lo hacen los humanos.
La ubicación de los ojos también es diferente en humanos y ovejas. Las ovejas tienen ojos que se ubican más hacia cada lado de su cabeza. Esto le da a la oveja una ventaja en términos de visión periférica. Los humanos tienen ojos que son binoculares, lo que significa que están en la parte frontal del cráneo. Esta ubicación le da a los humanos una mayor percepción de profundidad, pero disminuye el campo de visión periférico. La colocación de los ojos de una oveja también es más alta y más hacia atrás en el cráneo, lo que le da a la oveja el beneficio de un mayor alcance visual al bajar su cabeza para pastar. Los ojos humanos están diseñados para enfocarse y cazar, mientras que las ovejas están equipadas con visión para ayudarles a evitar a los depredadores.
Otras diferencias se encuentran en la estructura del tejido. Las ovejas tienen una capa única de tejido conocida como tapectum lucidum. Esto mantiene el exceso de luz fuera del ojo al reflejarlo, un beneficio para un animal que no puede enfocar tan claramente como los humanos. Los humanos tienen una mayor variedad de movimientos oculares proporcionados por seis músculos. Las ovejas tienen solo cuatro. Esto les da a los humanos una mayor capacidad de utilizar sus ojos para enfocarse en objetos específicos.