Según WebMD, la enfermedad del hígado graso tiene varias causas, y el tratamiento varía según la causa de la enfermedad. A menudo, la condición se trata tratando la causa subyacente. Las recomendaciones generales para pacientes con enfermedad del hígado graso incluyen evitar el alcohol, perder peso y limitar los medicamentos innecesarios.
WebMD sostiene que la enfermedad del hígado graso no alcohólico generalmente se correlaciona con la prediabetes o la diabetes y los niveles altos de colesterol y triglicéridos. En este caso, el tratamiento implica seguir un plan para controlar el azúcar en la sangre y reducir los niveles de colesterol y triglicéridos. Los planes de tratamiento comunes incluyen limitar la ingesta de carbohidratos y grasas, aumentar la actividad física y tomar medicamentos para reducir el azúcar en la sangre y el colesterol. La enfermedad del hígado graso alcohólico se trata brindando a los pacientes el apoyo que necesitan para dejar de beber por completo. La enfermedad del hígado graso alcohólico no tratado puede progresar a cirrosis o hepatitis alcohólica, lo que potencialmente requiere un trasplante de hígado.
La pérdida gradual de peso, comer una dieta sana y bien balanceada y hacer ejercicio regularmente se correlacionan con una reducción de los depósitos de grasa en el hígado para pacientes con todo tipo de enfermedad del hígado graso, señala WebMD. Es especialmente importante limitar los carbohidratos refinados. Los ensayos están explorando la posibilidad de que ciertos medicamentos antioxidantes y antidiabéticos puedan ser eficaces para tratar la enfermedad del hígado graso. Otros investigadores están estudiando la conexión entre las infecciones bacterianas y la enfermedad del hígado graso con la esperanza de que los probióticos y los suplementos dietéticos sean tratamientos efectivos.