El reflujo es un método para aplicar calor constante a una mezcla sin perder nada de líquido por evaporación. El recipiente que contiene la mezcla química se coloca en un segundo recipiente lleno de agua o aceite. Luego se conecta a un condensador, que enfría los vapores de nuevo en líquido.
El reflujo permite a los químicos observar reacciones químicas que requieren una temperatura constante, condiciones controladas y un tiempo considerable. También se puede utilizar para separar los componentes de compuestos químicos. El reflujo se utiliza a escala industrial en refinerías de petróleo, plantas de fabricación de productos químicos y plantas de procesamiento de gas natural, y en la fabricación de bebidas alcohólicas de alta calidad.