Entre otras funciones, el agua permite que las células transporten químicos, ayuda a que su temperatura permanezca más estable y mantiene las células turgentes. Cada célula viva del planeta necesita agua para sobrevivir, lo cual es parte de la razón los científicos sospechan que la vida extraterrestre es más probable que ocurra en planetas o lunas con agua líquida. Debido a que el agua se utiliza para eliminar las toxinas de la célula, se debe reponer con frecuencia.
Debido a que el agua es una molécula polar, es un excelente solvente y puede contener una gran variedad de sustancias disueltas. Esto no solo ayuda a las células a transportar sustancias disueltas dentro de la célula, sino que también les ayuda a absorber nutrientes y expulsar desechos. Cuando una célula no está correctamente hidratada, tales funciones de transporte se vuelven lentas, lo que causa problemas para la célula.
Debido a que el agua tiene un valor de calor específico relativamente alto, se necesita mucha energía para calentarse (y enfriarse), lo que significa que las células no experimentan drásticas fluctuaciones en la temperatura. Las temperaturas estables ayudan a las células a funcionar de manera más eficiente, ya que las funciones de la célula a menudo se ralentizan cuando la temperatura desciende y se aceleran cuando la temperatura aumenta. Además, el agua dentro de una celda ayuda a que la celda permanezca algo flexible, al tiempo que conserva su forma.