Existen varios tratamientos para el asma, incluidos los inhaladores broncodilatadores para el asma, los medicamentos esteroides antiinflamatorios y los medicamentos orales que se administran a través de una máquina de respiración o un nebulizador. Como no existe cura para el asma, el tratamiento implica controlar los síntomas del asma, reducir la necesidad de medicamentos de alivio rápido, mantener una buena función pulmonar y prevenir los ataques de asma. Idealmente, el control del asma le permite a la persona que padece asma disfrutar de niveles normales de actividad y patrones de sueño, según lo establecido por el Instituto Nacional de Salud del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre, o NHLBI.
Las personas que sufren de asma deben tener un plan de acción para el asma en función de las recomendaciones del médico que lo atiende. Este plan detalla los tratamientos diarios, incluidos los medicamentos que deben tomarse y en qué intervalos. El plan también debe detallar cuándo debe llamarse a un médico o buscar tratamiento de emergencia. Evite los desencadenantes del asma como parte de un plan de control del asma, como evitar salir al aire libre cuando el nivel de polen es alto, o estar cerca de las mascotas si el pelaje es un desencadenante, según lo recomendado por el NHLBI.
También se pueden recomendar medicamentos para controlar el asma a largo plazo. Los corticosteroides inhalados, los medicamentos nebulizadores y los medicamentos inyectables se pueden usar junto con los tratamientos de alivio inmediato para controlar completamente la enfermedad, como lo menciona el NHLBI.
Uno de los tratamientos más importantes para el asma es la inhalación de esteroides, señala WebMD. Estos medicamentos y otros medicamentos antiinflamatorios funcionan al reducir la producción de moco y la hinchazón en las vías respiratorias, lo que hace que los usuarios tengan menos probabilidades de reaccionar a los desencadenantes que producen síntomas de asma. Los broncodilatadores relajan los músculos alrededor de las vías respiratorias, ayudando a abrir las vías respiratorias para que el asmático pueda respirar mejor. Algunos broncodilatadores son medicamentos de acción corta que funcionan como inhaladores de rescate para proporcionar un alivio rápido de la tos, opresión en el pecho, dificultad para respirar y sibilancias. También están disponibles los inhaladores para el asma que administran uno o más tipos de medicamentos.
Las personas que no pueden usar inhaladores de mano que administran una dosis de medicamento cuando se inhalan pueden recibir tratamientos prescritos con nebulizadores para el asma. Este tipo de tratamiento consiste en inhalar medicamentos a través de una boquilla o máscara. El tratamiento se administra a través de una máquina. La máquina convierte el medicamento líquido en una neblina inhalable que llega a los pulmones con mayor eficacia. El tratamiento de respiración dura unos minutos, lo que lo hace más complicado y consume más tiempo que un inhalador de asma tradicional.
La prednisona, un corticosteroide oral, también es un tratamiento para el asma. El medicamento reduce la inflamación en las vías respiratorias, lo que proporciona alivio de los síntomas del asma.