La mayoría de las veces, el diagnóstico de anemia se determina con una prueba de hemograma completa, que le permite a un médico medir la cantidad de glóbulos rojos y hemoglobina en la sangre, afirma la Clínica Mayo. A veces, se requiere una muestra de médula ósea para un diagnóstico de anemia.
Además, a veces se requiere un examen físico y una prueba que muestre el tamaño y la forma de las células sanguíneas, explica la Clínica Mayo. La anemia causada por una deficiencia de hierro puede requerir pruebas adicionales, ya que esta afección puede deberse a una amplia gama de problemas de salud como úlceras, cáncer de colon, tumores y pólipos renales. La anemia ocurre cuando el cuerpo no produce suficientes glóbulos rojos, el cuerpo destruye los glóbulos rojos o el sangrado hace que la pérdida de glóbulos rojos sea más rápida que la de los glóbulos rojos.
Hay varios tipos de anemia, como anemia por deficiencia de vitaminas, anemia aplásica, anemia por enfermedad crónica, anemia de células falciformes, anemia hemolítica y anemias asociadas con la enfermedad de la médula ósea, según la Clínica Mayo. Además, hay algunos tipos de anemia que no son tan comunes, como la talasemia y las anemias que resultan de la hemoglobina defectuosa. Los glóbulos rojos, que contienen hemoglobina, son responsables de transportar oxígeno por todo el cuerpo y de llevar dióxido de carbono a los pulmones, donde se exhala. El cuerpo necesita hierro para la producción de hemoglobina.