Las células madre embrionarias provienen de embriones creados para la fertilización in vitro. Para el procedimiento, los médicos crean una serie de embriones fertilizados, lo que detiene su desarrollo 4 o 5 días después de la fertilización en la etapa de blastocisto. Después de una fertilización exitosa, las familias pueden donar estos embriones adicionales para la recolección de células madre. El proceso destruye los blastocistos a medida que se recolectan las células madre no diferenciadas. Estos solo se recolectan de embriones que de otra manera serían descartados.
La controversia sobre el uso de células madre embrionarias ha llevado a algunos países a aprobar leyes que restringen o restringen su uso en medicina y ciencia. Para evitar este problema, los científicos han desarrollado técnicas para inducir a otras células a comportarse como células madre no diferenciadas. Estas células madre pluripotentes inducidas no son tan versátiles como las verdaderas células madre embrionarias, pero ofrecen otras ventajas. Por ejemplo, las células madre podrían recolectarse directamente de un paciente usando este método, sin requerir ningún material donante.
Las células madre embrionarias ofrecen un potencial médico significativo debido a su capacidad para transformarse en cualquier célula requerida por el cuerpo. Las células madre han mostrado potencial para reemplazar los órganos dañados, generar nuevos islotes dentro del páncreas para los diabéticos o crear nuevas células de médula ósea para tratar la leucemia. También pueden ser capaces de regenerar los nervios, que el cuerpo normalmente no puede reparar.