Los componentes básicos de una célula humana son la membrana celular, el citoplasma, la membrana nuclear y el núcleo. Dentro de cada una de estas partes hay estructuras más pequeñas, como los orgánulos, que tienen funciones especializadas dentro de la célula.
El cuerpo humano está formado por aproximadamente 10 billones de células, cada una unida por una membrana celular. La membrana celular es semipermeable, con varias moléculas de proteínas que permiten que las sustancias entren y salgan de la célula. Rodea completamente la célula, protegiendo todos los orgánulos del interior. El citoplasma es la sustancia gelatinosa que contiene los orgánulos en su lugar.
La membrana nuclear separa el núcleo del resto de la célula. Tiene poros nucleares que permiten que los nutrientes entren en el núcleo y eliminen los desechos. El nucleolo gobierna los orgánulos celulares, como los lisosomas que ayudan a absorber los nutrientes, los ribosomas que sintetizan proteínas y eliminan los desechos y las mitocondrias que producen trifosfato de adenosina o ATP. Este último es una forma de energía utilizada por la célula.
El núcleo es el corazón de la célula, que contiene el ADN y los 46 cromosomas necesarios para ser humano. Cada padre contribuye con 23 cromosomas, los cuales transmiten ciertos rasgos familiares. Todas las células en el cuerpo humano tienen los 46 cromosomas, excepto las células sexuales. Los óvulos no fecundados y los espermatozoides tienen cada uno 23. Cuando se produce la fertilización, se alcanza el número mágico de 46.