Los huesos están compuestos de hueso cortical y hueso trabecular. El hueso cortical es duro y fuerte, y el hueso trabecular es menos denso que el hueso cortical y más liviano. Los huesos también se componen de células formadoras de hueso, colágeno, proteínas, sales minerales inorgánicas y células que absorben el hueso.
Los huesos brindan protección a los órganos y brindan apoyo al cuerpo. El esqueleto adulto contiene 206 huesos diferentes. Hay dos tipos de huesos que pueden identificarse por la forma en que se forma el colágeno. El hueso tejido se identifica por fibras de colágeno no organizadas y es débil. El hueso lamelar se identifica mediante fibras de colágeno paralelas y organizadas, y es fuerte.