Los antiguos revolucionaron la comunicación con varias formas de escritura basadas en el lenguaje hablado establecido por sus ancestros prehistóricos. La comunicación escrita fue transmitida por una variedad de medios, incluyendo piedra, metal, madera, cera y cerámica.
Las inscripciones en piedra permitieron a los antiguos comunicadores leer sus mensajes por las generaciones venideras, lo cual fue beneficioso para el desarrollo de la cultura. Tales inscripciones fueron creadas con un martillo y un cincel. Una escuela de pensamiento sostiene que la dirección de derecha a izquierda de las antiguas lenguas semíticas (hebreo y árabe) se puede atribuir al hecho de que la mayoría de diestros consideraba más natural cincel de esa manera.
Debido a su costo, el metal rara vez se usaba para las comunicaciones antiguas. Sin embargo, las inscripciones en oro y plata se han vinculado a palacios y templos reales, mientras que en la antigua Roma, las tabletas de bronce eran una alternativa común y más conveniente para almacenar información que la piedra.
Es probable que las tabletas y tablas de madera hayan sido ampliamente utilizadas, aunque pocas han durado para el examen contemporáneo. Sin embargo, se sabe que los antiguos romanos reutilizaron tablas de madera encaladas para anuncios y publicidad.
Un medio de comunicación más cotidiano en el mundo antiguo era la cera de abejas contenida dentro de un marco de madera. A veces, estos se unen para formar un códice y se utilizan para contratos, registros o notas.
Los fragmentos de cerámica, particularmente en Egipto, eran otro medio cotidiano para la comunicación. La gente inscribiría recibos de impuestos y otra información temporal en ellos.