Un objeto se carga cuando sus partículas intercambian electrones con otras partículas. Cuando algo pierde un electrón, se carga positivamente, y cuando gana un electrón, se carga negativamente. La carga está determinada por el número de electrones frente al número de protones.
Los objetos pueden cargarse por fricción, lo que ocurre cuando dos objetos se rozan entre sí e intercambian electrones. Por ejemplo, cuando una persona con zapatos de cuero camina sobre una alfombra de lana, el cuero pierde electrones que la alfombra. Como resultado, la persona se carga positivamente. Si un objeto gana o pierde electrones depende de su electronegatividad, o grado de atracción a los electrones.