Los lípidos son polímeros porque se forman por reacciones de condensación a partir de monómeros de ácidos grasos y alcoholes. Si bien no comparten las mismas características físicas de otros polímeros, como el plástico, aún cumplen con la definición de un polímero.
Un polímero es una molécula que se crea combinando otras moléculas a través de reacciones de condensación. Estas reacciones se denominan reacciones de condensación porque liberan agua y, en el caso de los lípidos, el agua se libera cuando reaccionan el grupo carboxilo del ácido graso (-COOH) y el grupo hidroxilo del alcohol (-OH). A pesar de la longitud de su cadena de carbono, un éster de ácido graso es un monómero, no un polímero. Solo cuando se conecta a un alcohol, como el glicerol, se convierte en un polímero. Cuando tres ácidos grasos se conectan a través del glicerol, forman un triglicérido o grasa. Los triglicéridos son uno de los tipos más comunes de lípidos. Le dan energía al cuerpo. El esterol es otro precursor alcohólico común de los lípidos, ya que forma el colesterol.
Al igual que los lípidos, las proteínas, los carbohidratos y los ácidos nucleicos se unen mediante reacciones de condensación y se rompen mediante reacciones de hidrólisis (que absorben agua), lo que también los hace polímeros. Esta clase de moléculas, llamadas macromoléculas, sirven como bloques de construcción para la vida.