Según Central Virginia Community College, las glándulas endocrinas secretan hormonas en su ambiente interno y carecen de conductos. Por el contrario, las glándulas exocrinas secretan sustancias, como la cera, la saliva y las enzimas, en su entorno externo a través de los conductos. La Universidad de Leeds explica que ambos tipos de glándulas se componen de células epiteliales secretoras. Durante el curso del desarrollo, algunas glándulas exocrinas pierden sus conductos y se convierten en glándulas endocrinas.
El sistema endocrino juega un papel importante en la coordinación de los diversos sistemas del cuerpo. Estas glándulas logran esto al crear y secretar hormonas, que funcionan como mensajeros químicos para el cuerpo. Debido a que las glándulas endocrinas secretan hormonas directamente en el torrente sanguíneo, pueden afectar los órganos ubicados lejos de ellos mismos. Las glándulas suprarrenales, paratiroides, tiroides y glándulas pituitarias son ejemplos de glándulas endocrinas. La Universidad de Leeds explica que la glándula pineal es otro ejemplo de glándula endocrina, y está ubicada en el cerebro. La glándula pineal es un órgano fotoreceptivo y produce melatonina, que influye en los ciclos diurnos y nocturnos.
Las glándulas sebáceas y las glándulas sudoríparas son dos tipos de glándulas exocrinas, según la Universidad de Leeds. Debido a que secretan sustancias a través de un conducto, no tienen un efecto significativo en los sistemas de órganos distantes.