Las serpientes se aparean envolviendo sus colas alrededor de la otra hasta que ambas colas se encuentran con la cloaca, que es el área para la reproducción y la excreción de desechos. El macho se extiende e inserta sus órganos sexuales, conocidos como hemipenes, que expulsan el esperma a la hembra.
Una serpiente hembra atrae a los machos liberando feromonas de su espalda y dejando un rastro de olor detrás. Siguen los machos que captan su olor, y comienza el proceso de apareamiento. El macho inicia el contacto colocando su barbilla sobre su cabeza y deslizando su cuerpo sobre el de ella. Luego levanta la cola para penetrar. El proceso de apareamiento real generalmente no dura más de una hora, pero hay casos en que dura todo el día. Las hembras típicamente se aparean dos veces al año. Algunas serpientes dan a luz y otras ponen huevos.