Una polea fija facilita el trabajo al cambiar la dirección de la fuerza requerida para levantar una carga. Para elevar una carga con una polea fija, se necesita una fuerza hacia abajo, que es más fácil que la subida Fuerza necesaria para levantar la carga directamente.
Una polea fija, también conocida como polea simple, no confiere ninguna ventaja mecánica. La fuerza necesaria para levantar una carga es igual a la fuerza de gravedad hacia abajo sobre la carga. El uso de una polea móvil multiplica la fuerza de elevación por dos, lo que significa que solo se necesita la mitad de la fuerza de gravedad para levantarla. Una combinación de poleas fijas y móviles multiplica aún más la ventaja mecánica.