El zorro ártico se protege con sus afilados dientes y garras y con su gruesa capa. El zorro usa sus dientes y garras no solo durante la caza, sino también para defenderse contra los depredadores más grandes. < /p>
Además de usar sus afiladas garras para ahuyentar el peligro, el zorro ártico también se defiende con su abrigo de piel. Por ejemplo, su capa gruesa lo protege del frío de su hábitat al aislarlo del frío y mantenerlo en el calor. Los pelos de la capa están cubiertos de aceite, lo que ayuda a que la humedad se rebaje y se desprenda en lugar de empaparse en la piel.
Otra forma en que el abrigo del zorro lo protege es actuando como camuflaje. Durante el invierno, su pelaje se vuelve blanco, permitiendo que el zorro se mezcle con la nieve para esconderse de los depredadores o acosar a sus propias presas. Durante la primavera y el verano, su pelaje adquiere un color marrón y gris para ayudarlo a integrarse en su hábitat.
El zorro ártico tiene una cola relativamente larga, que mide 12 pulgadas de largo en comparación con su cuerpo de 2 a 3 pies. El zorro usa su cola espesa como una manta o silenciador que puede acurrucarse en el frío.