Las plantas se adaptan al ambiente modificando sus hojas, tallos y raíces. Las plantas del desierto como el cactus modifican sus hojas en espinas para evitar la pérdida de humedad a través de la transpiración. Las plantas como el loto crecen en el agua, tienen tallos modificados con poros y tienen raíces cortas.
Las plantas que crecen en regiones áridas y secas tienen raíces largas que les permiten buscar humedad en el subsuelo. En regiones muy frías, las hojas de las plantas tienen forma de aguja. Las plantas que crecen en las selvas tropicales tienen hojas anchas para permitir una mayor transpiración, ya que los niveles de humedad son muy altos.
Las plantas del desierto se llaman xerófitas, mientras que las plantas que crecen en el agua se llaman hidrófitas. Los mesófitos son plantas que crecen en regiones con cantidades moderadas de precipitación.
